Las Palmas de Gran Canaria.- El candidato a la Alcaldía y portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Francis Candil, ha recordado que una semana después de que el ciclón Hermine descargara fuertes lluvias sobre la capital, aún hay calles sin luz, semáforos estropeados, pavimentos en mal estado y otros desperfectos que todavía se pueden observar en la ciudad.
«Todo esto tiene que ver con la situación de desprotección que vive Las Palmas de Gran Canaria», ha señalado, y prosiguió: «Los problemas de gestión en el Ayuntamiento, con el alcalde Augusto Hidalgo a la cabeza, se traducen en un empeoramiento de los servicios y, por ende, de la calidad de vida de la gente».
Francis Candil ha recalcado que los Servicios Centrales Municipales están paralizados y que el Consistorio mantiene en torno a cien contratos caducados o en situación de nulidad. «Si los contratos y los pagos no están al día, la consecuencia es la merma en la prestación de los servicios. De ahí que aún tengamos semáforos que no funcionan tras el paso de Hermine», dijo.
El edil ha indicado que el contrato con la empresa de mantenimiento de las instalaciones semafóricas, a la que se le deben más de 15 millones de euros, se encuentra en nulidad desde el 2018. Un problema que, según el nacionalista, existe también en otras áreas como parques y jardines, limpieza o las fuentes, entre otras, y que se manifiesta en forma de ciudad sucia, zonas verdes abandonadas y fuentes sin funcionar.
Además de la falta de acción por parte del grupo de gobierno para salvar estas problemáticas, Candil criticó que las promesas del alcalde nunca lleguen a una concreción real y veraz, tal y como ha ocurrido en materia hidráulica. «Lleva casi ocho años de mandato, ha prometido obras por más de 1.000 millones en esta área y la realidad es que, tal y como ha puesto de manifiesto la máxima responsable de Emalsa, no se ha comenzado a ejecutar ni una sola de las obras para las que prometió fondos de la ciudad y fondos europeos Next Generation».
Así, aseveró: «La ciudad tiene muchos retos que afrontar y estar en este nivel de parálisis e inacción sólo nos conduce a un empeoramiento de la situación. Aquí lo que hace falta es dejarse de hacer anuncios y ponerse manos a la obra para solventar los problemas y que nuestros vecinos se sientan orgullosos de la ciudad en la que viven».
