Santa Cruz de Tenerife.- La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, destacó este jueves la «decidida voluntad de Canarias en estos 40 años de alcanzar la mayor autonomía, que se ve colmada en el ambicioso Estatuto de 2018». Afirmó que se trata de un texto «comprometido con la ciudadanía y que consagra las especificidades y hechos diferenciales de Canarias».
Batet intervino hoy, junto al presidente de la Cámara, Gustavo Matos, en el acto institucional organizado en la Cámara en el marco de la conmemoración de los 40 años de Parlamento y autogobierno en Canarias, celebración que se desarrolla durante este 2022. La presidenta fue recibida en la sede legislativa por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, el presidente del Parlamento, miembros de la Mesa y Junta de Portavoces. El acto contó con la asistencia de los senadores por la Comunidad Autónoma, expresidentes, diputados y diputadas de los grupos parlamentarios y representantes de distintas instituciones de Canarias.
Batet agradeció el «honor de estar hoy en la sede del órgano de representación del pueblo canario» y afirmó que un acto como este «supone en sí mismo la reivindicación de la institucionalidad democrática».
La presidenta del Congreso dedicó sus primeras palabras a La Palma. «Todos los españoles fuimos La Palma durante todos esos días», dijo refiriéndose a la erupción que se prologó durante 85 días desde el mes de septiembre. «También hemos estado arrastrado una pandemia durante bastante tiempo y ahora una guerra terrible, cruel e injusta que se está lidiando en la otra punta de la UE».
Batet afirmó que el «acceso de las regiones y nacionalidades a la autonomía política ha supuesto la radical transformación de España en términos de progreso, bienestar, cohesión social y territorial». Por ello, destacó que estamos ante un «encuentro significativo para la historia política de Canarias cuando se cumplen 40 años de la aprobación del primera Estatuto de Autonomía».
En esta línea, indicó que el «éxito colectivo de más de cuatro décadas no se entiende sin la aportación capital del estado de las autonomías, hecho histórico que no se puede negar». Tras repasar las particularidades y especificidades de Canarias, así como las peculiaridades del régimen político del archipiélago, valoró el «diálogo» por el que se ha apostado en las islas para seguir avanzando.
«El diálogo siempre ha tenido una función social de búsqueda de equilibrios para gobernar una sociedad. El debate es saludable para la democracia, el contraste y la discusión, pero en el mapa de la política, en la contraposición de ideas y programas, debe haber acuerdos y consensos, lugares de unidad en ámbitos estructurales básicos para la convivencia, como la Constitución, que fija las normas del juego democrático, y el Estatuto de Autonomía».
La presidenta señaló que la vida política de las democracias liberales «está creando una pluralidad que no es mala, pero requiere poner la mejor voluntad y capacidad para llegar a acuerdos. A mayor pluralidad, mayor esfuerzo para que el trabajo político sea útil», expresó.
Meritxell Batet advirtió del riesgo del «enfrentamiento y la polarización, cuyo efecto es siempre el alejamiento de la ciudadanía de la política». Remarcó que la crispación para hacer política «es irresponsable con el interés general, porque la ciudadanía sale perdiendo y dejamos de ser útiles y ejemplares».
La presidenta del Congreso de los Diputados finalizó su intervención dando la enhorabuena a los diputados y diputadas «por representar a todos los canarios, por el sentido de la responsabilidad con que ejercen uno de los mayores honores del servicio público y por estos cuarenta años».
ACTIVISTAS DE LA DEMOCRACIA
Por su parte, el presidente del Parlamento recordó que estos 40 años de autogobierno «se cumplen en un momento en que los y las demócratas debemos hacer frente al reto de la amenaza que se cierne sobre los regímenes parlamentarios y sobre el Estado de las autonomías». Explicó que, por un lado, se da una amenaza global sobre las democracias liberales como sistemas de garantías de libertades y derechos y, en nuestro país, una amenaza sobre nuestro modelo del Estado de las autonomías.
En este punto, remarcó que el ataque a Ucrania «es también un ataque directo a la expansión de los valores de libertad, respeto y tolerancia que suponen las democracias plenas» y advirtió de la «amenaza real de retroceso en España, con fuerzas políticas que defienden la desaparición del autogobierno y la recentralización».
«Seamos serios activistas de la democracia y del Estado de las autonomías», expresó el presidente Gustavo Matos, y afirmó que estos 40 años de parlamentarismo en Canarias «han sido posibles gracias al esfuerzo de los más de cuatrocientos hombres y mujeres han representado a cada una de las islas y a su ciudadanía en este Parlamento»
«Existen aún grandes retos por vencer, pero es indiscutible que estos años de autogobierno representan la etapa más próspera que ha vivido nuestra tierra», sostuvo en una intervención en que recordó las palabras de Pedro Guerra Cabrera, primer presidente de la Cámara canaria, en su investidura hace 40 años: «Transmitamos fe en nuestra Comunidad Autónoma y en las instituciones que tienen que asumir la defensa de los intereses canarios y el desarrollo equilibrado de las islas».
Gustavo Matos hizo hincapié en que este 40 aniversario «llega después de que Canarias haya vivido, posiblemente, los tres años más difíciles que se recuerdan en décadas, primer con una pandemia global, después una crisis turística sin precedentes y, también, una erupción volcánica en la isla de La Palma, acontecimiento este último que ha puesto de manifiesto como nunca antes la solidaridad y el verdadero sentido de la canariedad, porque durante 85 días, toda Canarias fue La Palma».
El presidente afirmó que este aniversario «debe servir también para que soñemos la Canarias que queremos, porque en un momento en que el mundo se resetea, Canarias también debe pensar qué quiere ser». Señaló que Canarias «sigue siendo un cruce de caminos en este lugar del Atlántico y un pedazo de Europa en esta parte del mundo, un faro para quienes huyen de toda clase de infortunios». Recordó que Canarias, «como pueblo emigrante que ha sido, conoce bien el dolor que supone abandonar tu tierra y tu familia».
«Hemos sabido hacer frente a los desafíos que hemos encontrado por el camino en todo este tiempo. Podemos decir, con orgullo, que Canarias ha estado a la altura», expresó Matos, que finalizó destacando el valor del autogobierno como un «legado que hemos recogido de quienes pusieron en marcha nuestra autonomía y que debemos entregar a las próximas generaciones».