Aunque la brecha salarial entre hombres y mujeres en Canarias muestra signos de reducción, las diferencias persisten, especialmente en sectores de baja cualificación y contratos temporales
Santa Cruz de Tenerife. La brecha salarial entre hombres y mujeres es un tema persistente en el debate sobre igualdad de género, y Canarias no es la excepción. Aunque recientes informes indican una tendencia hacia la reducción de esta disparidad, queda claro que aún existen significativos desafíos para alcanzar una verdadera igualdad salarial en el archipiélago.
Con motivo de la conmemoración de la Igualdad Salarial, ayer 22 de febrero, UGT Canarias presentó en rueda de prensa el ‘Informe de Brecha Salarial’ correspondiente a 2023. Según este documento, basado en la encuesta de estructura salarial (ESS), las mujeres canarias cobran una media de 2.441,19 euros menos al año que los hombres.
Según este informe presentado por UGT Canarias, en Canarias, la brecha salarial entre hombres y mujeres ha aumentado el 0,49%, pasando de un 9,85% en 2020 a un 10.34% en 2021, de forma que ellas cobran una media de 2.441,19 euros menos al año que los hombres por empleos iguales; o lo que es lo mismo, trabajan 38 días gratis, una cifra que, aunque más baja que el promedio nacional, sigue siendo una clara indicación de la desigualdad existente en el mercado laboral. Este porcentaje refleja no solo las diferencias en los salarios entre hombres y mujeres sino también la prevalencia de contratos temporales y a tiempo parcial, mayoritariamente suscritos por mujeres, que afectan negativamente sus ingresos y prestaciones sociales.
Desde la Oficina Técnica de Igualdad de UGT Canarias que trabajan con más de 500 empresas canarias en la realización de los Planes de Igualdad, han constatado que la brecha real que la Encuesta de Estructura Salarial situó en 2021 en un 10,34% podría ser en realidad de hasta un 20%.
La reducción de la brecha salarial en las Islas ha sido influenciada por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ha beneficiado especialmente a las mujeres, quienes representan el 56% de los beneficiarios de esta medida. Sin embargo, sectores de baja cualificación, donde las diferencias salariales son más pronunciadas, y los contratos a tiempo parcial, dominados por mujeres debido a exigencias del mercado o necesidades familiares, siguen siendo áreas críticas que requieren atención.
A pesar de los avances, la igualdad salarial plena aún está lejos de ser una realidad. Las mujeres canarias enfrentan barreras significativas para acceder a condiciones laborales equitativas, especialmente en sectores altamente feminizados como el textil, la limpieza o la agricultura, donde no se percibe el plus de peligrosidad y otras compensaciones adicionales.
Los datos demuestran que la modalidad contractual y el sector de actividad tienen un impacto directo en la brecha salarial. Por ejemplo, la mayoría de los contratos a tiempo parcial son suscritos por mujeres, lo que se traduce en ingresos anuales inferiores no solo respecto a los hombres en la misma situación sino también en comparación con las mujeres contratadas a tiempo completo.
Para abordar esta problemática, es esencial promover políticas que fomenten la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, la formación continua y el desarrollo profesional de las mujeres. Asimismo, es crucial la implementación efectiva de planes de igualdad en las empresas, así como la negociación colectiva que incluya la perspectiva de género para asegurar salarios dignos y buenas condiciones de trabajo para todos.
La lucha contra la brecha salarial en Canarias requiere un enfoque multidimensional que involucre a todos los actores sociales: gobierno, empresas, sindicatos y la sociedad en su conjunto. Solo a través de un compromiso colectivo y acciones concretas podremos avanzar hacia la eliminación de las desigualdades salariales y fomentar un entorno laboral más justo e inclusivo para las mujeres en Canarias.
En resumen, para avanzar hacia una igualdad salarial real, es necesario un esfuerzo conjunto que incluya políticas gubernamentales, compromiso empresarial y conciencia social, dirigidos a erradicar las barreras que impiden la plena participación de las mujeres en condiciones equitativas en el mercado laboral de Canarias. La lucha contra la brecha salarial no solo es un acto de justicia social sino también un requisito esencial para el desarrollo económico sostenible y la cohesión social en el archipiélago.
