Santa Cruz de Tenerife.- El colectivo de artesanos y artesanas de Tenerife manifiestan su precaria situación y exige al Cabildo de Tenerife que no les dé la espalda frente a la grave situación a la que se ha llegado en la actualidad y manifiestan que:
– La crisis sanitaria generada por la pandemia de la COVID-19 ha afectado de forma directa al sector artesanal en la isla de Tenerife. Actualmente están censadas con carnet artesano del Cabildo unas 643 personas. La situación de estas personas es variada pero todas tienen algo en común: el total abandono por parte de la institución responsable en gestionar la actividad del sector. Desde que comenzó la crisis sanitaria, se han suspendido todas las ferias en la isla de Tenerife por lo que el sector lleva casi un año sin poder comercializar sus trabajos de forma directa al público. Sin embargo, quienes están actuando con alta en la seguridad social, siguen pagando regularmente su cuota en el régimen de autónomos abonando entre 286,15 y 310 euros al mes. Son 600 familias sin respuesta y en muchos casos, estas familias tienen como única fuente de ingreso el trabajo artesanal.
– En el inicio de la gestión de la crisis de la COVID-19 el Cabildo de Tenerife parecía traer buenos augurios, se realizaron reuniones virtuales con las personas afectadas, con el total compromiso de cada una de ellas, se recogieron sus propuestas en un plan de trabajo y se diseñaron ayudas específicas para el sector. Pero nada, absolutamente nada, se ha llevado a cabo de forma eficiente.
– En Junio de 2020 se convocaron ayudas para el sector: se prometió repartir cerca de 70.000 euros solo entre 70 artesanos. Muchas personas quedaron fuera de la convocatoria. Esos 1.000 euros que corresponderían a cada persona aún no han sido abonados. Luego de casi un año de la grave situación que vive el sector, el Cabildo se comprometió a ingresar un dinero prácticamente insignificante para el apremio de pagos que cada artesano tiene manteniendo su carácter autónomo y aun así, ni siquiera han tenido la capacidad de realizar dichos pagos. Es decir que el Cabildo parece desconocer en absoluto la necesidad de las personas que trabajan en el sector artesanal.
– La administración no ha estado a la altura de la situación y respondió de forma burócrata y autómata hacia un sector que siempre describe como “vital para el desarrollo cultural de las tradiciones canarias y fundamental para el impulso turístico y económico de la isla”. En realidad, la artesanía no es un sector ni vital, ni fundamental para el Cabildo, simplemente es un sector olvidado por la administración insular. Se utiliza la imagen creativa y productiva del sector en las redes sociales de la administración, adjudicándose acciones que en la práctica son inexistentes.
– Las fiestas navideñas han pasado. Las ferias de artesanía en Tenerife no se realizaron. Los centros comerciales y los locales de venta al público mantuvieron sus puertas abiertas y sus ventas en marcha. El Cabildo parece no entender o no reconocer la gravedad de la situación. Los recursos económicos que estaban destinados a las ferias presenciales, no se han podido invertir en ellas. Ese dinero público no se puede perder.
– El sector artesanal no sólo reclama su derecho a una gestión transparente y eficiente del área, sino que exige al Cabildo de Tenerife que no le dé la espalda frente a la grave situación a la que se ha llegado en la actualidad. El sector artesanal espera que éste sea un punto de inflexión para cambiar la dirección de la gestión, abriendo el cauce al trabajo participativo, a la digitalización y modernización, al fomento del comercio local, con medidas reales, profesionales y responsables.
– Todas y cada una de las personas del sector artesanal, exigimos responsabilidades por el abandono, ineficiencia y falta de empatía de las persona a cargo del área de artesanía del Cabildo de Tenerife. La crisis sanitaria sigue y las respuestas por parte del Cabildo deben cambiar de forma urgente.