FACUA critica que el sistema europeo Rasff no aclare la marca del producto afectado y que Consumo no haya publicado aún información sobre este aviso
Santa Cruz de Tenerife.- Según informa FACUA en su página web, el sistema europeo de alerta rápida para alimentos y piensos (Rasff) ha emitido una alerta alimentaria por la detección por parte de las autoridades francesas del fármaco tadalafilo en unas barritas de miel fabricados en España. FACUA lamenta que esta notificación publicada por el sistema de alerta europeo no indique ni marca ni lote del producto afectado.
La incidencia ha sido calificada como «grave» por el sistema de alertas que lo ha notificado a la Unión Europea. El producto en cuestión se comercializa en forma de barritas de miel que se venden como afrodisiacas, y aparece notificado en la categoría de «alimentos dietéticos, complementos alimenticios y alimentos enriquecidos» en la web oficial de alertas.
El tadalafilo es un fármaco usado para tratar la disfunción eréctil. Pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores de la fosfodiesterasa (PDE, por sus siglas en inglés). Su acción consiste en tratar la disfunción eréctil aumentando el flujo sanguíneo al pene durante la estimulación sexual. Ese aumento del flujo de sangre puede provocar una erección.
Escasa información para identificar el producto
Esta falta de información del Rasff imposibilita que los consumidores puedan comprobar si han comprado o consumido este producto para realizar devoluciones o evitar poner en riesgo su salud.
Esta opacidad a la hora de identificar o localizar un producto no hace más que verter una sombra de sospecha sobre todas las empresas que comercializan snacks o barritas energéticas. Por ello, la asociación considera necesario que estas alertas europeas incluyan una información más amplia para poder conocer al menos la marca o lote afectado.
De su parte, la web de la red de alerta alimentaria del Ministerio de Consumo, Aesan, no incluye todavía información relacionada con esta incidencia que permita también a los consumidores identificar el producto afectado, pese a que el sistema europeo lo notificó el pasado 2 de agosto por primera vez.