NC rechaza el trato mercantilista de las personas, la externalización de las fronteras a países que vulneran los derechos humanos y el olvido de los menores
Las Palmas de Gran Canaria. Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) en ningún caso cree que se pueda considerar como un éxito el acuerdo del Parlamento y el Consejo de la Unión Europea (UE) sobre el pacto de migración y asilo. El portavoz del canarismo de progreso, Luis Campos, afirmó que los primeros resultados conocidos son «absolutamente decepcionantes». El dirigente de NC-BC rechazó que las personas migrantes sean tratadas como «mercancía» así como la externalización de las fronteras a países que vulneran los derechos humanos previo pago de cantidades multimillonarias. Cuestionó además que se deje al margen a los menores no acompañados, «esencial» para el Archipiélago.
En un primer análisis y a falta de profundizar en la totalidad del acuerdo que aún deberá ser ratificado por el pleno de la Eurocámara y los 27 estados miembros, para el portavoz de NC-BC, las tesis más extremas y radicales de países como Hungría y Polonia, gobernados por ultraconservadores con una deriva xenófoba reprobable, inspiran algunos de los contenidos del mismo.
«En ningún caso consideramos que sea satisfactorio» este acuerdo para los migrantes y tampoco para los territorios frontera como Canarias, manifestó Luis Campos. Una de las características totalmente rechazadas por NC es que se trata a las personas como «mercancías». En opinión del dirigente canarista, «no se puede hablar de solidaridad, y menos de flexibilidad», cuando los Veintisiete tienen la opción de negarse a acoger a los migrantes previo pago de unos «miserables» 20.000 euros. En la práctica, añadió, supone «dejar abandonados a los territorios que somos frontera», denunció.
Este tratamiento mercantilista de las personas, insistió, «no nos ofrece garantía alguna de nada» ya que el Archipiélago canario tendrá que seguir afrontando en solitario los riesgos y tensiones agudizadas en los momentos más críticos.
Una segunda característica que lleva a Nueva Canarias a desconfiar es que se perpetúa la externalización de las fronteras a países previo pago de cantidades multimillonarias que, como Marruecos y Libia, entre los principales; vulneran los derechos humanos.
El Parlamento y el Consejo europeos, tal y como criticó, no han priorizado las medidas y acuerdos dirigidos a establecer rutas legales y seguras en un territorio, como la UE uno de cuyos mayores retos es la baja natalidad. Las personas migrantes, en la ruta atlántica desde África a Canarias, la más mortífera del mundo, seguirán en manos de las mafias, reprochó.
El tercer elemento recriminable para el canarismo es que elude una realidad «esencial» para Canarias, la acogida de los menores no acompañados. Luis Campos lamentó que la UE «no acabe de contemplar los derechos humanos» en el centro de las políticas migratorias.
